Cogió el móvil y, después de fallar varias veces la contraseña y sin activar el 3G, se dispuso a enviar un mensaje.
Buscó su número en la agenda y tecleó tres letras “ven”, le
dio al enviar y allí fue.
No lo despertó, Alice sabía que él ya lo estaba y que
entendería el mensaje, la conocía demasiado bien. Llegó pasados diez minutos,
había venido corriendo y eso se le notaba en la agitada respiración. La acogió
entre sus brazos mientras intentaba que su corazón fuera a ritmo normal.
No hablaron durante el trayecto. Ella cogió la mano de él y la cobijo, junto a la suya, en su bolsillo.
No hablaron durante el trayecto. Ella cogió la mano de él y la cobijo, junto a la suya, en su bolsillo.
Jon estaba tiritando, con las prisas no se había acordado de
coger una chaqueta y el viento frío de la noche no ayudaba.
“Hemos llegado” dijo Alice como si él no se hubiera dado cuenta.
Ambos sabían que los padres de ella no estarían en casa durante todo el fin de semana y no se asombraron cuando, al encender la luz, encontraron una nota sobre la mesa que pedía “cuida de la casa, besos papá y mamá” junto a un billete de cien euros.
La familia de Alice siempre habían tenido mucho dinero pero eso nunca la había hecho más feliz.
Mientras ella preparaba el lugar donde dormirían y cogía ropa abrigosa; él entró en la cocina, llenó dos tazones de cereales y cortó dos manzanas rojas.
“Buenas noches, Jon” dijo Alice, mientras él ya se adentraba en el mundo de los sueños.
“Hemos llegado” dijo Alice como si él no se hubiera dado cuenta.
Ambos sabían que los padres de ella no estarían en casa durante todo el fin de semana y no se asombraron cuando, al encender la luz, encontraron una nota sobre la mesa que pedía “cuida de la casa, besos papá y mamá” junto a un billete de cien euros.
La familia de Alice siempre habían tenido mucho dinero pero eso nunca la había hecho más feliz.
Mientras ella preparaba el lugar donde dormirían y cogía ropa abrigosa; él entró en la cocina, llenó dos tazones de cereales y cortó dos manzanas rojas.
“Buenas noches, Jon” dijo Alice, mientras él ya se adentraba en el mundo de los sueños.